Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://hassanjxqh506174.tinyblogging.com/el-cabezazo-de-zidane-causas-ocultas-82473242